Especialista de la UAS llama a planear el buen uso del agua ante escasez del vital líquido en las presas sinaloenses
Ante los escasos volúmenes de agua que se tienen en las presas del estado de Sinaloa es urgente planear el buen uso del vital líquido ya que tan solo en lo que es el riego agrícola se desperdicia un 46% en los diferentes módulos de riego y los pleitos por el agua ya se están dando en algunos municipios, advirtió Fernando García Páez.
El doctor en hidráulica e investigador de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Sinaloa observó que la cantidad de agua que tenemos cada año para consumo humano y agrícola es variable en Sinaloa y que en los últimos años por lo general ha sido a la baja.
“En realidad los pleitos ya están porque la administración del agua, el Gobierno se la pasó a los usuarios a los módulos de riego y los módulos de riego si requieren tecnificar el uso del agua porque la tecnificación no es nada más revestir canales, es utilizar el agua que realmente necesitan los cultivos”, comentó.
Entre las medidas urgentes que se deben aplicar para cuidar la poca agua que tiene almacenada en las presas, García Páez mencionó que a los usuarios tanto de aguas superficiales como subterráneas se les asigne el vital líquido de acuerdo a la disponibilidad y no en base a un registro fijo.
“Hay una eficiencia del 52 o 54 por ciento y estamos perdiendo ahorita el 46 por ciento de volumen en general para todos los módulos de riego, para todos los distritos de riego”, subrayó.
Indicó que otras alternativas a aplicar para optimizar el uso del agua en el sector agrícola es cambiar a cultivos de ciclos vegetativos más cortos y que demanden menos agua, así como también empezar a cobrar el servicio por hectárea porque no hay control sobre los volúmenes que los agricultores usan en sus parcelas.
“Hay cultivos rentables que pueden ser una buena opción y eso abarcaría mayor área, la otra situación que debe de hacerse es que cada uno de los cultivos está ya calculado cuánta cantidad de agua requiere, a eso se le llama lámina de riego o uso consultivo, esa cantidad de agua debe medirse cuando se entregue en las parcelas”, subrayó.
Observó que es una realidad que la mayor parte de las presas construidas hace más de 50 años en Sinaloa ya cumplieron su vida útil y presentan niveles de azolve que disminuyen la capacidad real de almacenamiento que según la Comisión Nacional del Agua tienen en estos momentos.