México debe mantener firme su postura ante Estados Unidos de sí a la colaboración bilateral y no a la intromisión, ante las intenciones de Trump
Académico de la Facultad de Estudios Internacionales y Políticas Públicas (FEIyPP) de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), señaló que las recientes declaraciones de Donald Trump sobre introducir al ejército estadounidense y a la DEA en México no eran nuevas, sino parte de una larga tradición intervencionista que se fortaleció desde su primer mandato; al señalar lo anterior el doctor David Salvador Cisneros Zepeda explicó que el lema America First ya anticipaba una política exterior centrada exclusivamente en los intereses estadounidenses, aun cuando esto representara costos directos para países vecinos como México.
Dio a conocer que este intervencionismo se manifestaba principalmente en tres áreas, migración, seguridad y comercio, en la primera, afirmó que Washington había presionado a México para reforzar la frontera y mantener bajo el programa Remain in Mexico a miles de solicitantes de asilo, una carga que recayó totalmente en territorio nacional. Asimismo, recordó que, en diversas ocasiones, Estados Unidos utilizó la amenaza de aranceles como mecanismo de presión para obligar a México a asumir responsabilidades que no le correspondían.
El segundo eje, la seguridad ligada al narcotráfico, también reveló, según el académico, una intención intervencionista clara. Cisneros Zepeda explicó que la propuesta estadounidense de declarar terroristas a los grupos criminales mexicanos buscaba extender la jurisdicción de ese país más allá de sus fronteras, lo que habría significado una violación directa al derecho internacional.
En cuanto al comercio, recordó que la transición del TLCAN al T-MEC no estuvo exenta de tensiones y precisó que Estados Unidos justificó nuevas presiones alegando competencia desleal y salarios bajos en México, cuando, dijo, el propio modelo económico estadounidense había impulsado la deslocalización de su industria hacia otros países. Indicó que estas decisiones, tomadas hace décadas, derivaron en desequilibrios internos que ahora se pretendía corregir mediante medidas externas.
David Salvador Cisneros Zepeda agregó que la colaboración bilateral es necesaria, pero advirtió que México debe sostener con firmeza su postura, cooperar sí, permitir la intromisión no, “mientras persistan liderazgos con visiones hegemónicas, la relación seguirá siendo un estira y afloja, y la defensa de la soberanía nacional será más crucial que nunca”, concluyó.