Fuertes repercusiones económicas y sociales trae la política migratoria de Donald Trump; aún así, lleva menos deportaciones que Barack Obama
Desde el inicio del segundo mandato de Donald Trump, el gobierno de Estados Unidos se propuso deportar a más de un millón de personas por año como parte de una política migratoria más agresiva, sin embargo, hasta julio de 2025, apenas se habían registrado 220 mil deportaciones, cifra considerable pero muy por debajo del objetivo trazado, en contraste, Barack Obama alcanzó en su momento hasta 1 millón 500 mil deportaciones en un solo año, señaló investigador universitario.
El doctor Renato Pintor Sandoval de la Facultad de Estudios Internacionales y Políticas Públicas (FEIyPP) de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) dijo que el proyecto de expansión migratoria ha representado un fuerte impacto económico, la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) inició este periodo con una deuda de 115 millones de dólares, además, se estima que Estados Unidos gastará alrededor de 83 mil millones de dólares en la construcción de nuevos centros de detención, entre ellos el llamado "Alligator Center" en Florida, infraestructura clave para alcanzar el objetivo de un millón de deportaciones anuales.
Otro de los retos logísticos ha sido el transporte, dijo el investigador, ya que actualmente, ICE cuenta con apenas cuatro aviones para realizar los traslados de personas deportadas, mientras que se requerirían al menos 15 vuelos diarios, con un costo aproximado de 40 mil dólares por deportado, “países como Guatemala y El Salvador han aceptado recibir migrantes, mientras que otros, como Nigeria y Zaire, han rechazado rotundamente esta política”, comentó.
Explicó que estas medidas responden a una narrativa de poder basada en el miedo; señaló que el discurso político estadounidense ha adoptado una retórica racializada que asocia al migrante latino con criminalidad y amenaza social, sin distinción entre situación migratoria o estatus legal.
El también especialista en migración dijo que la política migratoria de Trump ha derivado en un ambiente de persecución constante hacia comunidades latinas, “hay una criminalización estructural del latino, sin importar si tiene papeles o no, (…), se le ve como enfermo, narcotraficante o violador, y ese estigma está profundamente arraigado en el discurso oficial”, puntualizó.
El doctor Renato Pintor Sandoval advirtió que más allá del alto costo económico o el alcance limitado de las deportaciones, el verdadero impacto recae en las familias, “el miedo se ha instalado como forma de control, las redadas no solo fragmentan hogares, también alimentan un clima de odio que refuerza la pérdida de hegemonía que vive Estados Unidos en el contexto global”, concluyó.