Académicos de Biología estudian al pez diablo como especie invasora
Investigadores del Cuerpo Académico Vida Silvestre y Biología Molecular de la Facultad de Biología de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), estudian poblaciones del pez diablo que se encuentran en el estado de Sinaloa, específicamente en la zona centro, especie invasora en la que han observado un aumento en su densidad, lo que representaría un problema de desplazamiento de las especies nativas con importancia ecológica, además de un problema económico para la región.
José Israel Torres Avendaño, integrante del cuerpo académico que encabeza los doctores Edith Hilario Torres Montoya e Hipólito Castillo Ureta, así como José Marcial Zazueta Moreno y Juan José Ríos Tostado, comunicó que este primer ensayo de la especie tiene también otro objetivo, que es identificar a través de un análisis los parásitos de importancia en la especie que puedan ser transmisibles a las especies nativas o bien al ser humano, por lo que, el monitoreo lo han basado en la inspección de diferentes afluentes de agua de la ciudad de Culiacán. En este particular, se cuenta con la ayuda de alumnos de la licenciatura en Biología y Biomedicina, los cuales están realizando un verano científico en las instalaciones de dicha institución.
“Según registros oficiales, la especie está presente en la parte centro de Sinaloa, principalmente Culiacán y Navolato, sin embargo, hay que hacer estudios para poder determinar si hay una mayor extensión en su distribución geográfica y qué efectos tiene también, sistemáticamente hablando, con el desplazamiento de las especies nativas”, indicó.
Del impacto del estudio, agregó que su importancia radica en poder tener registros e información adecuada para hacer frente a este tipo de problemas, además de conocer la especie, su biología y ecología para que basados en ello se pueda implementar métodos para su control y eventual erradicación.
“Deberá considerarse que estos parásitos se pueden transmitir a especies consumidas por la población por lo que eventualmente podría representar un riesgo para la salud pública”, detalló.
Parte del problema, dijo, son aquellas personas que ya no desean continuar con sus peces en los acuarios o peceras y los liberan en diferentes afluentes hídricos, como canales, ríos, lagunas, entre otros. Si bien esta acción es humanamente aceptable, ecológicamente representa un problema mayor ya que en el caso del pez diablo, por sus condiciones biológicas y su tasa reproductiva, aumenta su población y desplaza especies nativas.
En ese sentido, consideró importante una tenencia responsable de mascotas en general, y en particular en la liberación de especies exóticas como está, evitar realizarlo en el medio para no ocasionar un problema como el que se tiene hoy en día.