¿Qué son los quemadores y cómo actuar ante una picadura?
Los “quemadores fragata portuguesa o falsa medusa”, son los nombres popularmente dados a los animales marinos que aparecen principalmente en temporadas de lluvias, estos organismos se dan con el arribo de los fuertes vientos y oleaje.
"Recordemos que son organismos que viven en la superficie en mar abierto por lo que son arrastrados a la costa. Cada año es común recibir innumerables reportes, desde los primeros meses del año hasta la llegada de las primeras lluvias, durante el verano es notoria su presencia", señaló la doctora Mónica Anabel Ortiz Arellano, investigadora de la Facultad de Ciencias del Mar de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS).
Cada “fragata o quemador” es una colonia de varios individuos que viven juntos flotando en el mar y cada uno cumple una función biológica específica: el neumatóforo (parte que flota o vela), los gastrozoides (digestión), dactilozoides (detección y captura de presas y defensa) y los gonozoides (se ocupan de la reproducción). Estos animales sifonóforos viven flotando a la deriva en la superficie de mar abierto en todas las aguas cálidas del planeta, en especial en las regiones tropicales y subtropicales de los Océanos Pacífico, Índico y corrientes del Golfo del Atlántico.
“Debido a que los vientos, mareas y corrientes marinas arrastran a estos organismos, es muy común también encontrarlos a lo largo de la zona costera, cuando se nada en el mar o caminamos en la orilla de la playa”, apuntó.
La investigadora expuso que, en el caso del ser humano, que por accidente se topa con estos organismos, ya sea como bañistas, nadadores, practicando surfing o simplemente al dar una caminata por la arena de la playa al tener contacto en la piel con los tentáculos del animal, se activan los cnidocitos (cápsulas urticantes) provocando una sensación de quemadura intensa, de ahí el nombre de “quemador”, la afectación por la picadura puede afectar seriamente al ser humano y en altas dosis puede resultar mortal.
Ortiz Arellano, detalló que, el veneno del “quemador” tiene consecuencias neurotóxicas, citotóxicas y cardiotóxicas, produciendo un dolor intenso similar a una quemadura, además de producir problemas respiratorios y en casos extremos puede provocar paros cardiacos al grado de provocar la muerte.
Por ello recomendó acatar las indicaciones que hacen los guardacostas cuando hay presencia de estos organismos, salir del agua si los ven flotando y no tocarlos ya sea que estén vivos o muertos, además de tener cuidado cuando caminamos por la orilla de la playa y vemos estos organismos ya que puede enredarse el tentáculo en nuestros pies y causarnos daño, es importante mencionar que la toxina se encuentra solo en los tentáculos y no en el nematóforo (flotador) y generalmente los tentáculos pueden pasar desapercibidos en la arena.
La también profesora de la FACIMAR, explicó que, en caso de una picadura se debe lavar con agua de mar, ya que el agua dulce activa el mecanismo disparador de los cnidocitos; además de retirar los restos de tentáculos de la piel con algún objeto que se tenga a la mano (nunca retirar los tentáculos con los dedos ya que se estará activando los cnidocitos y se sufrirán picaduras), también dijo que es importante no frotar ni rascar la piel con arena, toallas u otros objetos.
En este sentido, especificó que una vez retirados todos los restos de tentáculos para mitigar el dolor el remedio más eficiente es el uso de compresas frías o hielo. En caso de haber sufrido múltiples picaduras o si los malestares son muy intensos se debe acudir al centro de salud más cercano.
Por último, dijo que la mayoría de los biólogos no especialistas conocen solo una especie de sifonóforo, el carabela portuguesa Physalia physalis (Linnaeus, 1758), actualmente, se reconocen 175 especies válidas de sifonóforos en la última lista mundial de Registro Mundial de Especies Marinas (WoRMS), por lo que es necesario realizar una investigación para confirmar si esta especie es la única que llega a nuestras costas de Sinaloa y ver si la toxina de este organismo podría tener interés farmacológico.