Semana Santa: una celebración de tradición y arraigo en la comunidad Yoreme
El sinaloense está desperdiciando un gran filón cultural e interesante que es voltear a ver las culturas originales que tienen mucho que enseñar, tal es el caso de las celebraciones que realizan las comunidades mayo-yoreme en el norte del estado, específicamente en Charay, El Fuerte donde mantienen aún una tradición muy apegada a sus orígenes como lo es la celebración de la Semana Santa.
Rafael Santos Cenobio, con un doctorado en Ciencias Sociales, y profesor en la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), estableció que para esta comunidad el periodo de cuaresma tiene un significado diferente al catolicismo.
“Aunque sabemos que se inspira en el catolicismo la cosmovisión Yoreme no coincide a veces con el ritual católico, por ejemplo aquí inician con un miércoles de ceniza pero para el caso de la comunidad Yoreme esta opera bajo dos ciclos, mientras que para ellos a las ocho de la noche del día domingo 23 de este mes estaba iniciando este ciclo”, explicó.
Especificó que, mientras para el catolicismo esta celebración inicia con el Miércoles de Ceniza, para ellos comenzó con una ceremonia donde cierran un ciclo (la fiesta de las colgazonas), pero al tiempo abre otro (la cuaresma), ceremonia representada con el pase de mando de un matachín a un judío.
Añadió que la visión de la comunidad yoreme es diferente a la nuestra no solo en este aspecto, puesto que para ellos la muerte de Cristo es alegría, por lo que en ese sentido es interesante observar las culturas originales que tienen mucho que enseñar.
El investigador, quien por años ha estudiado estas tradiciones, señaló que en esta festividad cada elemento que la comprende tiene una función, en ella participan niños, jóvenes y adultos quienes representan a las Marías, Marianos y Pilatos, actores que en algún momento ofrecieron pagar con una manda un favor recibido de Cristo.
Otro de los actores que componen este ritual, es el capitán de judíos quien dirige a todas las cuadrillas (de judíos) de todos los pueblos.
Definió que un judío, en el término Yoreme representa al mal o al demonio, por lo tanto, quien realiza este papel tiene prohibido portar cualquier santo en su atuendo, utilizando solo una cobija, la máscara y sus tenabaris.
Agregó que esta fiesta que tiene diferentes fases, se le añade otro elemento que hace interesante esta celebración que es cuando los judíos salen a güeyar (buscar durante este tiempo al señor hasta aprenderlo) a los diferentes pueblos durante seis viernes para identificar las cruces que son colocadas o sembradas en cada casa yoreme misma que es derribada los primeros días de la Semana Mayor.
“Llegan los judíos, le dan tres vueltas a la cruz, el casero les pone comida al frente de la cruz ya sea tamales, galletas, barbacoa, según testimonios no es obligación del casero, sentándose dos judíos de espaldas a la cruz, tomando uno de ellos la comida con la mano izquierda, lo que significa que este está hurtando o robando”, narró.
Relató que otro elemento que se puede observar es el llaman miércoles de tiniebla el cual se vive en la semana mayor o Semana Santa previo a los días jueves y viernes santos la característica de ser llamado, así se debe a que en este día las luces se apagan y quedan en total obscuridad, pues han aprisionado al señor.
Otro elemento que se podrá observar durante este periodo es el llamado conti que significa procesión y se desarrollada de catorce paradas, o estaciones para el caso del catolicismo el cual es representado por todos los actores que participan en esta celebración.
“Los judíos son sacados del templo a chicotazos, simbolizando cuando Jesús saco a los mercaderes del templo, ahí los judíos retiran la máscara, viene la alegría con la resurrección y lo representan los pascolas”, comentó.
Para esta cultura milenaria, ellos cerrarán este ciclo con la corrida del santo, que es el sábado de gloria, donde dan la bienvenida a un nuevo ciclo con la llegada de los pascolas, que visten de blanco, lo que significa que el bien ya llegó.
En este recorrido por el cual nos llevó el investigador Rafael Santos Cenobio aprovechó para hacer el llamado a aprender de estas culturas milenarias, que mantienen de manera fuerte las tradiciones y los valores, que más que predicarlos, los ponen en práctica en la vida diaria, citando de ejemplo su solidaridad y hospitalidad que los conserva como una comunidad que se caracteriza y se mantiene fuerte y viva.