La pirotecnia tiene efectos muy negativos en las pequeñas especies, tanto físicos y psicológicos, por lo que es necesario evitarla y tomar medidas
Como ya es una costumbre en estas fechas decembrinas la pirotecnia forma parte de la diversión de algunas familias y es común que la gente tire cuetes, fuegos artificiales y disfruten de esta práctica con su gran colorido, pero, aunque a muchos les agrada, esta práctica es muy peligrosa y dañina tanto para las personas que la manipulan como para las mascotas, principalmente perros, gatos y aves.
Yesenia Osuna Ramos, Responsable de Medicina Interna de la Clínica de Pequeñas Especies de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), comentó que el hablar de la pirotecnia en estas fechas es de suma importancia, ya que esta práctica suele afectar muchísimo a las mascotas, ya que a los animales les estresa mucho el ruido y los estruendos, teniendo afectaciones tanto psicológicas como físicas.
Osuna Ramos explicó que los perros sufren más que los gatos con estas prácticas de pirotecnia, pues presentan algunas cuestiones psicológicas como el que tiemblen mucho, se ponen nerviosos, tienden a asustarse, se golpean con objetos de casa queriendo buscar una salida y en ocasiones llegan a la clínica lesionados en sus patas tras golpearse con alguna ventana queriendo huir al escuchar este tipo de estruendos, siendo animales que les molesta excesivamente el ruido.
Agregó que todo ese estrés que pasan los animales puede provocar afectaciones psicológicas en ellos y pudieran incluso llegar a sufrir un infarto y morir. Al ser animales que están muy nerviosos, suelen escaparse, huir, pudiéndose lesionar en el camino y, al estar en la calle puede que sean atropellados o también que se extravíen, por lo que recomendó tener mucha atención con las mascotas en estas fechas.
En relación a esta respuesta de los animales, Osuna Ramos dijo que obedece a que sus conductos auditivos son mucho más sensibles y escuchan hasta cuatro veces mejor que los humanos y les afecta mucho estos ruidos.
En los gatos, la especialista de Medicina Interna dijo que estos tienen mucho mejor audición que los perros, pero ellos toleran mucho ese estrés que se origina con los ruidos, por lo que afortunadamente no les afecta tanto en estas circunstancias.
Recomendó que, para tratar a las mascotas ante estas situaciones, hay que estar al pendiente de ellos cuando se sabe que se van a originar todos estos ruidos y estruendos; en casa procurar tenerlos en un lugar donde no se puedan lastimar, ya sea en una habitación o en un lugar seguro y no tener al alcance algo que pudiera herirles al huir, hacerles compañía ya que ésta tiende a relajarlos, así como música que ayuda a que se calmen.
Puntualizó que, como veterinario, en ocasiones se pueden prescribir algunos productos que pueden ser naturales o sintéticos que ayudan a que se relajen, aunque se sabe que hay pacientes que por más que se trate no se van a calmar, por lo que a esos animales sí es recomendable que empiecen a administrarles este tipo de productos para ayudar a reducir sus niveles de ansiedad, siendo la recomendación como propietario anticiparse, conociendo que están próximas estas fechas, yendo al veterinario previamente, porque muchos de esos relajantes requieren tiempo para su efecto y el cuerpo los procese.