Estudiantes de la Universidad Autónoma de Chapingo realizan prácticas en la Facultad de Agronomía
Como parte de los convenios establecidos y los trabajos coordinados desde hace más de 20 años, es posible que un grupo de estudiantes de la Universidad Autónoma de Chapingo (UACh) realicen sus prácticas en la Facultad de Agronomía de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS).
Calixto Carrillo Fonseca, encargado del Área de Fitopatología de la UACh, acompañado del investigador Manuel Orrantia y el doctor Miguel López Meza, indicó que las visitas para las prácticas de los estudiantes son recíprocas, ya que se aprovechan los conocimientos entre ambas instituciones y se comparten para la formación de los futuros ingenieros agrónomos.
Agradeció que sus alumnos de parasitología sean bien recibidos en la UAS para compartir los conocimientos sobre los cultivos del tomate y el chiltepín, por nombrar algunos.
Por su parte, el doctor Martín Parra Delgado, especialista en suelos y agua, responsable de atender a los alumnos visitantes, dijo que en estas prácticas utilizan los diferentes materiales que existen en la región ya que en el estado se siembran aproximadamente quinientas mil hectáreas de maíz.
Explicó que, si se promedia 15 toneladas por hectárea de granos, habrá otras quince de esquilmos y si se multiplican por la cantidad de hectáreas, se obtendrá una cantidad enorme de esquilmo, por lo cual es pertinente recoger los residuos de cada región para insertarlos y compostearlos, para posteriormente combinarlos con otros materiales para la obtención de un fertilizante orgánico de calidad.
Resaltó que a través del compostaje es posible eliminar todos los patógenos que pudieran estar en el estiércol de diferente tipo de ganado, así como las semillas, de esa manera se garantiza a través de la temperatura, eliminar todos los fitopatógenos, pero sí se tienen bacterias fijadoras de nitrógeno.
Parra Delgado dijo que a través de la aplicación de estos materiales es posible contribuir a que el nitrógeno que está en la atmósfera pueda fijarse y aprovecharse convirtiéndose en un recurso natural para que el productor empiece a disminuir sus costos de producción y que no contamine el suelo, el ambiente y los alimentos.
Por último, el profesor investigador dijo que los estudiantes tuvieron la oportunidad de ver cómo la composta se les da de comer a las lombrices y estas producen lombricomposta para posteriormente obtener un lixiviado de esos materiales con diferentes compuestos como el ácido húmico y acido fúlvico, sustancias ricas en carbón que ayudarán a aplicar un grupo de microorganismos al follaje, o bien al suelo y de esa manera contribuir a disminuir la contaminación ambiental.